Marco Teórico

Según la teoría de Howard Gardner (“Frames of Minds”, 1983), existen siete tipos de inteligencias: lingüística, corporal, interpersonal, intrapersonal, espacial, lógico-matemática y musical. La educación integral de un niño debe incluir el estímulo de estas siete áreas.

En el caso de la inteligencia musical, es muy común que se desatienda en los primeros años para intentar desarrollarla posteriormente. Sin embargo, la etapa más idónea para este desarrollo es la que se encuentra entre el primer y segundo año de vida. Una parte del desarrollo musical es la escucha de música en directo, con instrumentos reales, no con música grabada, y  la voz. El concierto ofrece al niño una experiencia valiosa en el desarrollo de la inteligencia musical. Para ello, es necesario que el concierto esté adaptado a sus capacidades y necesidades, acorde a su etapa del desarrollo.

Kodaly, un músico dedicado a la educación musical, decía que la canción popular era la lengua materna musical del niño y que, de la misma forma que aprende a hablar debe aprender a cantar de pequeño. El canto en general y la canción en particular, son una de las primeras manifestaciones musicales de la humanidad, con las que ha querido expresar situaciones, sentimientos y emociones. Por esta razón los conciertos que realizamos están basados en la canción y su universo musical.

El niño canta o tararea incluso antes de hablar, y es sumamente importante dejar que su creatividad musical se desarrolle. 

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